lunes, 26 de septiembre de 2011

EL SIGNIFICADO DE ARTE

¿Sabías que La Amistad es:

un ARTE?

· SaludARTE

· AnimARTE

· AbrazARTE

· BromeARTE

· MolestARTE

· LlamARTE
ApoyARTE

· CantARTE

· AdmirARTE

· AconsejARTE

· SoportARTE

· AguantARTE

· EscuchARTE..!

· AbrigARTE

· Y a veces IMITARTE (en lo bueno)...
Pero nunca, nunca, olvidARTE...

· y mucho menos ignorARTE.

· ¡Pásalo a tus amigos verdaderos! Incluyéndome a mí, si me consideras uno!!!!Favor de no olvidARTE.

jueves, 22 de septiembre de 2011

DE UNA ESPOSA: SINCERIDAD- FRUSTRACION O VENGANZA

DESPEDIDA DE NANCY IRIARTE EX-ESPOSA DE HUGO CHAVEZMerecido ??? Inmerecido??? Sólo Dios sabe.

Muy temprana despedida de Nancy Iriarte Díaz a Hugo Chávez;

Testimonio impresionante, muy sentido y profundo - publicado el 9 de agosto de 2011 en “El Universal” uno de los periódicos venezolanos de mayor circulación

Algunas consideraciones sobre tu muerte:

No quiero que te marches de esta vida sin antes despedirnos, porque has hecho un mal inmenso a mucha gente, has arruinado a familias enteras, has obligado a legiones de compatriotas a emigrar a otras tierras, has vestido de luto a incontables hogares, a los que creías tus enemigos los perseguiste sin cuartel, los encerraste en ergástulas que no lo merece ni un animal, los insultaste, los humillaste, te burlaste de ellos, no solo porque te creías poderoso, sino inmortal... porque el fin de los tiempos no era contigo.

Pero llegó tu turno, los plazos se acaban, el término de tu contrato llega a su fin, tu "ciclo vital" se apaga poco a poco y no de la mejor manera; probablemente morirás en una cama, rodeado de tu familia, asustada, porque va a tener que rendir cuentas una vez que des tu último aliento, te vas de esta vida lleno de angustia y de miedo, allí van a estar los curas a quienes perseguiste e insultaste, los representantes de esa Iglesia que ultrajaste a placer, claro que te van a dar la extremaunción y los santos óleos, no una, sino muchas veces, pero tú y ellos saben que no servirá de nada, es solo para calmar el pánico que hace presa a tu alma ante el momento que todo lo define.

Mueres enfermo, padeciendo el desahucio, las complicaciones inmunológicas, los terribles efectos secundarios de las curas que prometieron alargar tu vida, tus órganos se van apagando uno a uno, tus facultades van perdiendo el brillo que las caracterizaba, tus líquidos y efluvios son colectados en bolsas plásticas con ese hedor a muerte que tanto te repugna.

Dime si en este momento, antes de que te apliquen una nueva inyección para calmar los dolores insoportables que padeces, vale la pena que me digas que no te pueden quitar lo bailado, ¡ah! los viajes por el mundo, los maravillosos palacios que te recibieron, las paradas militares en tu honor, las limousines, los títulos honorarios, los pisos de los hoteles cinco estrellas, las fastuosas cenas de Estado... dime ahora que vomitas la papilla de auyama que te tratan de dar las enfermeras, si era de eso de lo que se trataba la vida, pues ese brillo y el oropel ya no están entre los monitores y máquinas de resucitamiento que te rodean, esas marchas y aplausos ahora son tonos y alarmas de sensores que regulan tus signos vitales que se hacen más débiles.

¿Puedes escuchar al pueblo de tu país afuera de tu cuarto?... debe ser tu imaginación o los efectos de la morfina, no estás en tu patria, estas en otro lado, muy lejos, entre gente que no conoces... sí, estás muriendo en tu propio exilio, entre una banda de pilluelos a quienes les has tratado de entregar tu propio país, tus últimos momentos los pasarás entre chulos y estafadores, entre tu corte de aduladores que solo te muestran afecto porque les dabas dinero y poder, todos te miran preocupados y con rabia, nunca dejaste que ninguno de ellos pudiera tener la oportunidad de sucederte, ahora los dejas al descampado y tu país al borde de una guerra, ¿Era eso lo que querías? ¿Fue esa tu misión en esta vida? Olvídate del cuento de los pobres, ahora hay más pobres que cuando llegaste al poder, olvídate de justicia e igualdad cuando prácticamente le entregaste el país a una fuerza extranjera que ahora tendremos de desalojar a la fuerza y a costas de más vidas.

Tengo la leve impresión que ahora sabes que te equivocaste, creíste en un cuento de camino y te creíste revolucionario, y por ser revolucionario... inmortal, convocaste a tu lado a los muertos, a tus héroes, a esos fantasmas que también creíste con vida, a Bolívar, al Che, a Fidel, al Marx que nunca conociste y que recomendabas su lectura... el andar con muertos te llevó a la magia y a los babalaos, te metiste a jurungar tumbas, y a ofrendarle a una corte de demonios y malos espíritus que ahora te acompañan... ¿Sientes su presencia en el cuarto? Vienen a cobrar, a recoger lo único que tenía valor en tu vida y que tan malamente apostaste por la oscuridad y el mal, tu alma.

Bueno, me despido,......

solo quería que supieras que pasarás a la historia como un traidor y un cobarde, que no rectificaste cuando pudiste, te dejaste llevar por tu soberbia, por tus ideales, por tu ideología renunciando a lo más preciado, a tu libertad y a la libertad de los otros, y la libertad es la que nos hace humanos.


"*El Socialismo solo funciona en dos lugares: en el Cielo, donde no lo necesitan, y en el Infierno donde ya lo tienen*"

*Nancy Iriarte Díaz*

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«SIENTO QUE HE CREADO UN MONSTRUO»- UN HIJO MALCRIADO

«Soy una madre con dos hijos [de dieciocho y dieciséis años] de mi primer matrimonio.... Tanto el padre como el padrastro ven sólo los defectos.... Producto de esto, yo he querido darles todo lo que yo no tuve —amor, amistad, respeto, y cosas materiales también—, pero creo que con mi hijo mayor me equivoqué. Siento que he creado un monstruo: alguien que no quiere ayudar, [se mantiene] airado y le gusta derrochar el dinero de la manera que sea. Y siento que no puedo disciplinarlo.
»Él tiene buenas actitudes en la mayoría de los casos, pero tengo la sospecha de que ha estado tomando dinero sin autorización (porque no quiero decir que ha robado). No sé cómo abordarlo. No sé cómo enfrentarlo con amor, con sabiduría. ¡Por favor, ayúdenme!... A veces siento que él podría suicidarse, y me da temor...»Este es el consejo que le dio mi esposa:
«Estimada amiga:
»Créalo o no, comprendo perfectamente cómo se siente usted. Los hijos que nosotros adoptamos poco antes de su adolescencia nos dieron muchos problemas, y llegó el día en que nuestro hijo nos robó a nosotros, les robó a otras personas y una vez hasta se robó nuestro auto para fugarse con su novia. (La policía los encontró algunos días después.) Además, él intentó suicidarse tres veces, así que yo temía acusarlo de ciertas cosas, ya que podía ser que no las hubiera hecho....
»Antes que nuestro hijo cumpliera los dieciocho años, hicimos todo lo posible por ayudarlo. Sin embargo... cuando él siguió desobedeciendo nuestras reglas, le pedimos que se fuera de la casa. Estábamos conscientes de que corríamos el riesgo de que se suicidara o comenzara a llevar una vida delictiva. Pero como ya era adulto, sabíamos que tenía que comenzar a sufrir las consecuencias de su conducta. (Los padres que siguen “protegiendo” a sus hijos adultos les están haciendo más daño que beneficio.)
»En cuanto a su hijo, le sugiero que haga una lista de reglas del hogar y que la ponga en una pared o en el refrigerador. Incluya en la lista las consecuencias de quebrantar las reglas. E incluya la consecuencia de tener que irse de la casa si comete varias infracciones de las reglas. Pídale a su hijo que firme las reglas, indicando así que va a seguirlas, y cuando no las obedezca, asegúrese de hacer que se cumpla la consecuencia respectiva.
»A fin de prevenir los robos en nuestro hogar, tuvimos que ponerle un candado con llave a la puerta de nuestra habitación. Le sugerimos que haga lo mismo. Cuando se le pregunte por qué lo hizo, usted puede decir que ha descubierto que han desparecido algunas cosas y que con eso está evitando que vuelva a suceder. Tenga cuidado de guardar bajo llave todo dinero y cosas de valor....
»Sólo Dios puede darle la sabiduría necesaria para abordar esa situación. Pídale todos los días que le abra los ojos y le ayude a saber cómo proceder y cómo reaccionar. Dios la ayudará y la fortalecerá si pone en Él toda su confianza.
»Le deseo lo mejor,

miércoles, 14 de septiembre de 2011

«MI VIDA... ESTÁ HECHA UN DESASTRE» POR EL ALCOHOL

«Mi vida últimamente está hecha un desastre.... Tuve problemas con mi esposa, [y] estamos a principios de un divorcio.... He [adquirido] el hábito de la bebida casi todos los días, y en una de estas tantas borracheras... robé unos equipos de comunicación de un amigo. Se los devolví, pero no puedo vivir en paz con mi conciencia....
»Sé que ese es el precio de hacer las cosas malas. ¡Cómo me gustaría [conocer] un poder divino que entre en mí y me ayude a cambiar definitivamente!»Este es el consejo que le dimos:
«Estimado amigo:
»¡Qué bien que su conciencia se mantenga tan fuerte y vigorosa! Usted ahora tiene la oportunidad de hacerle caso a lo que le dice y comenzar a efectuar el cambio que desea con tanta urgencia. Sin embargo, si opta por hacer caso omiso de su conciencia, o si decide que nuestro consejo es demasiado difícil de acatar, correrá el riesgo de paralizar su conciencia y adormecerla de modo que no le sea útil en el futuro. De ser así, usted habrá destruido el sistema de alarma que Dios le dio para su propia protección....
»Se haya o no considerado un alcohólico hasta ahora, lo cierto es que usted sí lo es. Todo alcohólico que cree que puede controlar el alcohol que bebe se engaña a sí mismo. Si de veras quiere cambiar su vida, debe tomar la decisión de dejar de beber. De lo contrario, saboteará todo esfuerzo restante que tenga en mente para cambiar su vida.
»A pesar de todo, ¡hay esperanza para usted! Usted puede tener una vida mejor. Puede dejar la bebida. Miles de personas como usted han logrado vencer su adicción al alcohol por medio de la ayuda que Dios ofrece.
»Sin embargo, el cultivar una relación personal con Dios no es una píldora mágica para obtener lo que usted quiere. Si decide pedirle a Dios que lo ayude, debe ser porque usted reconoce que Él lo creó, y que planeó una vida productiva y satisfactoria para usted, y que entregó a su único Hijo para que pagara el castigo de los pecados que usted ha cometido. Usted se siente culpable por lo que ha hecho, y sabe que merece que se le castigue por eso. Pero debido a que Cristo murió por sus pecados, usted no tiene que sufrir ese castigo. Desde luego, tiene que afrontar las consecuencias (tales como encarar al amigo al que le robó el equipo), pero no tiene que pagar por la eternidad. Si se lo pide, puede aceptar el perdón que Dios le ofrece, y puede tener la seguridad de ir al cielo cuando muera.
»Dios espera que usted se esfuerce por vencer ese vicio del alcohol. Pídale que lo guíe a un grupo tal como Alcohólicos Anónimos, donde pueda tener contacto diario con otras personas que han luchado contra eso y han obtenido la victoria. Con el poder de Dios y la relación que tenga con esas personas, usted puede cambiar su presente y su futuro.
»Le deseamos lo mejor,

martes, 13 de septiembre de 2011

EL SUICIDIO NO ES UNA ALTERNATIVA

EL ÚLTIMO SALTO DE TIFFANIE




La muchacha, esbelta, grácil y elegante, saltó del trampolín. Dio tres vueltas en el aire, en forma impecable, y cayó de cabeza en la piscina. Con ese salto magistral ganó el derecho de representar a Inglaterra, su patria, en los juegos olímpicos. ¿Quién era ella? Era Tiffanie Trail, joven de veintidós años de edad.
Lamentablemente Tiffanie no logró su sueño. Una lesión en la muñeca derecha la alejó de las competencias. Decepcionada, se fue a vivir a Sydney, Australia.
Un día, en Sydney, ensayó de nuevo el salto. Pero no lo hizo desde el trampolín de una piscina. Lo hizo desde el balcón de su apartamento, en el piso 23 de un rascacielos, a 69 metros de altura. La joven deportista, con una brillante carrera por delante, murió abrumada de tristeza.
¿Cuál será la decepción que tanto deprime a una persona que decide quitarse su propia vida? En el caso de Tiffanie fue, primero, el divorcio de sus padres. Esto la dejó devastada. Después fue la muerte de su novio, que pereció ahogado en el mar. Y finalmente fue la lesión en el brazo, por la que tuvo que abandonar su carrera. Aun cuando no podamos aprobar el suicidio, podemos comprender al suicida. La vida trae, para ciertas personas, tal carga de angustias que a veces, sin querer, tornan sus pensamientos hacia el suicidio.
El filósofo alemán Federico Nietzsche lo expresó así: «El pensamiento de suicidio es una gran fuente de consuelo con el que podemos pasar en calma toda una noche.» Es de notarse que Nietzsche murió severamente enajenado. Su ideología existencialista fue insuficiente para sostenerlo en el momento de su angustia. El suicidio es un consuelo magro, sin esperanza, sin expectativa y sin destino, que nada bueno puede traer.
Cuando las cargas de la vida se acumulan, cuando los dolores se vuelven insoportables, cuando, como dijo el poeta, «sólo abrojos nuestra planta pisa,» no es en el suicidio que debemos pensar. Debemos pensar en Aquel que es fuente de vida, de fortaleza, de consuelo y de paz.
Habrá quien diga: «Aun Dios me ha fallado.» Pero lo dice porque nunca ha buscado realmente a Dios. Cristo, el Hijo de Dios, Dios hecho carne, es nuestra esperanza segura. Clamemos a Él desde el fondo de nuestra angustia. Jesucristo escucha nuestro clamor aun antes que sale de nuestra boca. No cedamos al suicidio. Sometámonos más bien a la voluntad de Dios. En Él hay paz, serenidad y concordia. En Él hay esperanza. En Él hay vida. Él, y no el suicidio, es nuestra única seguridad.

sábado, 3 de septiembre de 2011

LA CORRECCION A LOS HIJOS

«Necesito ayuda para corregir a un hijo de diecisiete años. Él es cariñoso cuando quiere [serlo], pero la mayoría de las veces es [muy] rebelde. No cumple órdenes ni peticiones. Cuando me opongo a algo, revienta las cosas y dice improperios. A los diez minutos o menos, ya se le olvidó que ofendió, y pide favores como si nada hubiese pasado. »La ayuda que solicito es un mensaje que a él le pueda hacer entender que lo amo y que me duele cómo me trata.» Este es el consejo que le dimos: «Querida amiga: »La relación de los padres con sus hijos adolescentes entre los dieciséis y veintiún años de edad puede ser muy difícil. Ese es el tiempo en que los jóvenes comienzan a aprender a ser independientes y a sobrevivir sin sus padres. Muchas veces el proceso es demasiado rápido para que los padres sepan cómo manejarlo, mientras que a los jóvenes les parece muy lento. Los padres deben ser muy prudentes y darles tanta libertad como sea posible para tomar decisiones, a la vez que les dan la orientación y las pautas que les ayudarán a madurar.... »Con respecto a su hijo, usted se sentirá más tranquila si decide no sentirse ofendida cuando él se rebela o la trata mal. No cabe duda de que debe disciplinarlo por ese comportamiento. Pero es que cuando permitimos que se interpongan nuestros sentimientos, eso da lugar a que nuestros hijos se aprovechen de nuestra debilidad. Aun cuando nuestros hijos nos amen, ellos harán por naturaleza lo que juzguen necesario para salirse con la suya. Si pueden agotar nuestra paciencia o hacer que nos sintamos frustrados y nos demos por vencidos, lo harán. Cuando su hijo tenía dos años y le daba un berrinche, sin duda usted no se sentía herida por eso. Esto que sucede ahora es exactamente lo mismo, y si usted puede recordar que es así, impedirá que él siga aprovechándose de usted.... »Así como su hijo no le obedece a usted y sin embargo le pide favores, también nosotros los seres humanos tenemos tendencia a tratar a Dios, nuestro Padre celestial, de la misma manera. Él nos ha dado reglas que debemos obedecer, pero con frecuencia nosotros decidimos no obedecerlas. Y luego, aun mientras las estamos desobedeciendo, le pedimos favores: “Señor, dame un empleo mejor que el que tengo.” “Señor, arregla mi matrimonio.” “¡Dios mío, necesito tu ayuda!” Le pedimos favores a Dios sin que nos importe que lo hayamos ofendido y sin siquiera agradecerle por todo lo que ya ha hecho por nosotros. Esperamos que Él nos dé vez tras vez, y que nunca nos pida nada a cambio. Igual que el hijo suyo, ¿no es así? »Ahora bien, el amor que usted le tiene a su hijo es como el amor que Dios nos tiene a cada uno de nosotros. Él nos ama tanto que nos extiende su misericordia hasta cuando menos la merecemos, y sin embargo se mantiene firme al permitir que suframos las consecuencias de nuestra desobediencia. Si usted determina seguir ese ejemplo, logrará disciplinar con amor a su hijo. »¡Manténgase firme!

jueves, 1 de septiembre de 2011

PERDON POR AMOR: «SI [A MI ESPOSA] NO LE RESULTA... YO LA RECIBO OTRA VEZ»

«SI [A MI ESPOSA] NO LE RESULTA... YO LA RECIBO OTRA VEZ»
«Tengo dieciocho años de casado. [Yo pensaba que] todo iba bien, hasta que mi esposa de treinta y seis años conoció a un [joven] de veinticuatro por Internet. Él trabajaba en [otro país].... Ella dice que nunca me ha amado ni me amará…. Desesperada por ver si es el amor de su vida, ya fue a visitarlo por una semana, y resultó que sí es lo que quiere, y... están preparando todo para juntarse....
»Lo malo de esto es que tenemos dos hijos, un niño de siete y una niña de doce. [Mi esposa] se los quiere llevar, y yo quiero quedarme con ellos, pues a ella ya no la he podido convencer de que está mal....
»Yo ya decidí perdonarla. ¡La amo mucho! Tanto es así que le dije que, si después de que se vaya no le resulta lo que creía, yo la recibo otra vez. ¿Qué debo hacer?»
Este es el consejo que le dimos:
«Estimado amigo:
»Lamentamos mucho lo que está pasando con su familia. Además de la tristeza que usted siente, sin duda todo esto es muy confuso para su hijo y su hija.
»Creemos que usted no debe permitir que su esposa se lleve a sus hijos. (Si el país en que usted vive requiere que usted dé su permiso para que salgan los niños, no lo conceda, aunque ella diga que es sólo para ir de visita.) Sus hijos están establecidos en su hogar y en la escuela. Tienen amigos y actividades. No hay ninguna razón que justifique desarraigarlos a fin de que su esposa pueda ensayar una vida diferente. Le sugerimos que consulte con un abogado en cuanto a los derechos que le corresponden a usted. Tal vez tenga que obtener una orden judicial, pero si eso es lo que hace falta, ¡entonces hágalo! Comprendemos que ama a su esposa y quiere darle todo lo que ella desea —incluso permitirle irse con otro hombre—, pero usted tiene que poner en primer lugar el bienestar de sus hijos. Creemos que usted debe estar preparado para luchar por sus hijos en un juzgado, si llega a ser necesario.
»En definitiva, usted nos ha dado la impresión de que es un esposo muy comprensivo y amoroso. Es digno de elogio que esté dispuesto a perdonar a su esposa a fin de mantener intacta a su familia. Sin embargo, también es importante que usted distinga entre el bien y el mal, y que les enseñe a sus hijos a hacer esa distinción. Su esposa está quebrantando uno de los Diez Mandamientos, que es el de no cometer adulterio. Y sus hijos deben saber que lo que la mamá de ellos está haciendo es malo, y que usted no la apoya en eso a pesar de que la ama muchísimo.
»Usted no puede hacer que su esposa cambie de parecer ni puede protegerla de las consecuencias naturales que han de resultar de esa decisión insensata. Pero sí puede tomar la decisión de que le dará prioridad a proveer un hogar lleno de amor y de apoyo para sus hijos hasta que lleguen a la edad madura.
»Le deseamos lo mejor,