Siete consejos para un año lectivo exitoso
Empezar un nuevo año lectivo es un momento estresante para las familias. Para los chicos, el estrés acompaña nuevas clases, maestros, amigos y retos académicos. Para los niños que cambian de escuela es aun más estresante.
Pero también los padres sentimos estrés de tener que meter a nuestros hijos de regreso en una rutina, mientras les ayudamos a acoplarse. Como padres de familia, nuestra meta debe ser trabajar intencionalmente en mantener abajo los niveles de estrés. Al hacerlo no sólo ayudará a su familia, sino también hará que la experiencia escolar sea exitosa. Aquí hay siete consejos para ayudarle en el proceso:
1. Crear un ambiente pacífico en casa
Sus hijos no necesitan un hogar perfecto, pero para desarrollarse necesitan uno pacífico. Los niños batallan todo el día en la escuela: con la presión de grupo, autoimagen, presiones académicas, relaciones interpersonales, e incluso algunos tienen que lidiar con bravucones. Necesitan poder llegar a casa, a un lugar donde pueden descansar, dejar sus armas en la puerta y tener un refugio. Su hogar debe ser un lugar donde sus hijos se sientan verdaderamente a salvo, donde pueden recibir amor y saber que se les cuida.
Entonces, aunque habrá estrés y conflicto de vez en cuando, es mejor no permitir que las “cosas” diarias conviertan su casa en un ambiente tenso. Que su hogar sea un lugar acogedor de escape del mundo alocado de afuera. Quizás eso signifique empezar con el nivel de bulla en su casa. Puede ayudar bajar el volumen del televisor y la música. Intente no reaccionar más de la cuenta a las circunstancias. Claro, muchos asuntos deben ser tratados, pero cuando se sienta enojado o frustrado, las exageraciones son comunes y se alzan los niveles del estrés. Primero busque tranquilizarse antes de responder a tales situaciones. Su familia se lo agradecerá. Cuando su hogar está en paz, lo más probable es que a sus hijos les vaya mejor en la escuela.
2. Motivar a sus hijos a dedicarle tiempo a Dios diariamente
En 1° Timoteo 4:8 podemos leer: “pues aunque el ejercicio físico trae algún provecho, la piedad es útil para todo, ya que incluye una promesa no sólo para la vida presente sino también para la venidera”. Motive a sus hijos a tener tiempos de devocional diario. El tiempo con Dios es una buena forma que ellos refresquen su espíritu en la presencia de Dios. Si usted modela esta disciplina, puede ser un modelo muy provechoso para que sigan sus hijos. Conforme ellos se atarean con las demandas escolares y otras actividades, es importante que ellos conozcan la verdad que “Si el Señor no edifica la casa, en vano se esfuerzan los albañiles. Si el Señor no cuida la ciudad, en vano hacen guardia los vigilantes” (Salmo 127:1). Además, considere un tiempo devocional familiar en forma regular. Aproveche las oportunidades de alabanza y comunión que ofrecen las iglesias.
3. Haga de las necesidades físicas una prioridad
1° Timoteo 4:8 es también un buen recordatorio que “el ejercicio físico trae algún provecho”. Para mantener a nuestros hijos sanos y funcionando en su mejor capacidad, al igual que evadir el estrés, necesitamos asegurarnos que mantengan un balance en su estilo de vida física. Esto significa que necesitan de ejercicio regular, mucho descanso (de 9 a 9.5 horas cada noche para los adolescentes) y comer saludablemente. Asegurarse que las necesidades físicas de sus hijos estén siendo satisfechas, requiere mucho esfuerzo, pero un cuerpo sano les ayudará en su año lectivo.
4. Mantenga fuerte la red de seguridad
Hablo de la familia. Dentro de su núcleo familiar, sus hijos encuentran las conexiones más importantes que les sustentarán en los momentos buenos y malos. Las familias rotas o divididas afectan otras áreas de la vida de sus hijos, como su desempeño académico. Entonces, tome la batuta en su familia y asegúrese de que las relaciones sean y se mantengan sanas. Empiece por evaluar si actualmente está “disfrutando” o “molestando” a su familia, luego haga los cambios necesarios para empezar a fortalecer esas relaciones.
5. Proteja el balance de los horarios
Los padres ayudan a sus niños a tener un exitoso año lectivo cuando protegen su estilo de vida balanceado, en cuanto a los horarios. Veamos el panorama: la escuela, la tarea, los deportes, los pasatiempos y las actividades en la iglesia toman mucho tiempo de la vida de su hijo(a). Ayude a evaluar los efectos que tienen las actividades varias sobre sus vidas. No tenga miedo de acortar las actividades para proteger lo más importante. Ayude a sus niños a aprender que nadie puede hacerlo todo. Esté pendiente de señales de estrés. Si sus hijos están demostrando estrés, asegúrese de reevaluar sus horarios.
6. Tenga su ojo puesto sobre la parte académica
No hay duda que la tarea es importante. Es sabio tomar un rol activo en revisar las tareas regularmente, y ver cómo están sus hijos académicamente. No se fije solamente en las notas, pero preste atención a ver si tienen hábitos de estudio disciplinados, si están entregando proyectos puntualmente y en qué áreas necesitan asistencia adicional.
Habiendo dicho esto, permítame decir que como padres debemos mantener un balance en esta área. Hay muchos quienes parecen helicópteros sobrevolando las cabezas de sus hijos, asegurándose de que cada asignatura esté completada, a tiempo y correctamente. Esto puede impedir el desarrollo de nuestros hijos hacia la independencia adulta. Los chicos necesitan aprender a ser responsables en esta área de sus vidas. Muchos padres envuelven su propio valor en cómo sus hijos están desempeñándose en la escuela. ¡Incluso conozco papás y mamás que hacen las tareas de sus niños! Debe decirle “no” a este tipo de comportamiento.
7. Sigan adelante
Ningún joven está exento de enfrentarse a las dificultades asociadas con la escuela. Algunos tienen “momentos” y otros “temporadas” duras. Cómo responden a este tiempo duro es un factor clave para determinar si la ansiedad causará caos en sus vidas. La ansiedad entonces empezará a afectar su desempeño académico. Las personas que disfrutan la vida, son quienes pueden mantenerse flexibles cuando vienen los malos momentos, y quienes permanecen firmes aun cuando han pasado esos momentos. Entonces, enséñeles a sus hijos a seguir adelante: enfrentar los obstáculos con fe y valentía, levantarse si caen y trabajar constructivamente para resolver sus problemas. ¡La lección de seguir adelante es algo que les servirá por muchos años más!
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