«ODIO A ESA MUJER Y A SUS HIJOS»
por Carlos Rey
Tengo veintiún años de edad [y] tengo una hija de dos meses y medio.
[Hace dos años que] vivo [con] el padre de mi hija. Él tiene dos hijos
varones con una mujer que aún es su esposa. Él responde económicamente
por ellos y los visita una vez por semana. Lo cierto es que yo no
quiero a esos niños. Tengo mucho resentimiento en contra de mi pareja y
peleamos mucho....
»Él dice que me ama a mí, pero no se divorcia de ella. Yo ya no
soporto esta situación. No tengo paz en mi conciencia porque siento que
destruí un hogar. Yo le digo a él que odio a esa mujer y a sus hijos,
pero no es odio; es una culpa inmensa que no me deja ni dormir. Esto él
no lo sabe. Esta culpa me atormenta día y noche, y no sé qué hacer
porque lo amo a él. Pero veo su pasado, y eso me hace más grande ese
resentimiento.»
Este es el consejo que le dimos:
«Estimada amiga:
»... La conciencia es una fuerza poderosa para nuestro bien en
esta vida. Dios la diseñó para que nos ayudara a tomar decisiones
acertadas y a aprender de nuestros errores. Sabemos que hombres de la
talla del patriarca Abraham y del rey David sufrieron remordimientos de
conciencia. Ambos decidieron que, a fin de tener la conciencia
tranquila, debían enmendar las cosas indebidas que habían hecho.
Nosotros creemos que usted debe hacer lo mismo.
»Usted dice que destruyó un hogar. Su conciencia la atormenta
constantemente por lo que usted ha hecho. Los dos hijos varones de su
pareja son un recuerdo permanente de que usted tuvo parte de la culpa
de que ellos tengan que vivir sin su padre.
»Por supuesto, ese hombre tiene tanta culpa como la que tiene
usted. Pero no es él quien nos ha contado su caso. Así que tenemos que
darle nuestro consejo a usted y no a él.
»No logramos comprender la razón de que usted haya optado por
vivir con un hombre casado. Suponemos que usted no se respeta lo
suficiente como para saber que no tiene que compartir un hombre con
otra mujer. No importa si él la ama o no a ella, o si quiere o no estar
con ella. Al vivir con él, usted se ha hecho cómplice de su culpa.
»Lamentamos mucho que su hijita, en su inocencia, esté en medio de
una situación tan difícil. Pero usted debe cortar esta relación
malsana con su pareja, aunque su hija sufra las consecuencias cuando
sea mayor.
»Cuando usted deje a ese hombre, él seguramente volverá con su
esposa. Pero usted debe dejarlo de todos modos, aunque él decidiera no
volver con ella. La única manera de tener una conciencia tranquila es
cortar toda relación con él. Entonces Dios la perdonará por lo que
usted ha hecho si se lo pide.
»No será fácil, pero valdrá la pena,
»Linda y Carlos Rey.»
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