«Un día en la universidad me invitaron a beber alcohol, y fue mi destrucción. Ese maldito vicio me llevó a fallar a... toda mi familia. Ahora soy profesional y trabajo en una industria, pero no puedo dejar ese vicio.... Es algo increíble....
»Hace una semana volví a caer en el alcohol, y hay algo dentro de mí que me carcome. Me arrepiento de mi pecado, pero lastimosamente vuelvo a caer.»
Este es el consejo que le dio mi esposa:
«Estimado amigo:
»¿Sabía usted que prácticamente citó al apóstol Pablo? Él dijo: «No entiendo lo que me pasa, pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco.»1 De modo que la naturaleza humana no ha cambiado en los últimos dos mil años. Los seres humanos de todos los tiempos han tenido que luchar con vicios, malos hábitos y lo que se ha llamado su «naturaleza pecaminosa». ¡Así que no se sienta solo!
»Tanto mi madre como mi padre y mi padrastro fueron alcohólicos. Debido a esto, ellos me fallaron como padres así como usted dice que le ha fallado a su familia. Como niña, nunca pude comprender por qué mis padres al parecer amaban más la botella que lo que me amaban a mí.
»Los días festivos en particular eran muy difíciles. Como mis padres no tenían que trabajar, comenzaban a beber alcohol desde temprano en la mañana. De modo que aun antes del anochecer ya estaban borrachos, y eso se manifestaba, por lo regular, en griterías y discusiones. Mi padrastro tenía tendencia a lanzar objetos al suelo cuando estaba bebiendo. En una Navidad, él tiró el árbol de Navidad con todas sus decoraciones al patio de enfrente. ¡Ya se podrá imaginar lo que pensaron de nosotros los vecinos!
»Mi padre murió a causa de cirrosis hepática, que se contrae debido al consumo de grandes cantidades de alcohol. Hay millares de personas en la actualidad como él, carcomidas por el alcoholismo, con todo un caos a su alrededor. No tenían la intención de llegar a ser alcohólicos, como tampoco la tenía usted.
»¿De veras cuánto quiere usted mejorar en este sentido? ¡Únase a un grupo de rehabilitación de alcohólicos, tal como Alcohólicos Anónimos, hoy mismo!... Millones de personas han dejado de beber alcohol y, aunque no es fácil, usted también puede hacerlo.
»En cuanto a la naturaleza pecaminosa, sepa que ésta siempre seguirá con usted. Pero el pecado mismo no tiene usted que sobrellevarlo como un cargo de conciencia. Jesucristo quiere perdonarlo hoy mismo por cada ofensa que usted haya cometido. Él quiere darle un nuevo comienzo junto con la esperanza de un futuro prometedor. Pídale que le perdone sus pecados y que viva en su corazón. Tal vez el sentirse libre de la culpabilidad contribuirá a darle fuerzas para la tarea difícil que tiene por delante.
»Con afecto fraternal,
1Ro 7:15
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