jueves, 12 de julio de 2012

PELIGRO CERCA AL SUICIDIO: «ME CAMBIÓ POR UNA MUJER MÁS BONITA»


«Soy una muchacha de veintidós años de edad. Todo comenzó donde trabajo. Me enamoré de una persona muy linda, que actualmente tiene treinta y dos años. Comenzamos a platicar, a salir, y me pidió que tuviéramos relaciones sexuales. Yo sabía que no debía, porque soñaba casarme; y aun así lo hice: perdí mi virginidad con él. Pasamos un año y medio teniendo relaciones sexuales dos o tres veces por semana, y me he enamorado de él. Y ahora me dejó sin motivo. Creo que me cambió por una mujer más bonita.
»Estoy muy preocupada, con depresión. Sólo pienso en suicidarme, y me la paso sin ganas de vivir. Necesito un consejo. No sé qué hacer con esto que siento.»

«Estimada amiga:
»Lamentamos [tener que decirle] que usted no era importante para [ese hombre]. Hay un dicho que sostiene que los hombres se valen del amor para obtener el placer sexual, mientras que las mujeres se valen del placer para obtener el amor. Él logró convencerla de que la amaba porque quería tener relaciones sexuales con usted. Y usted accedió porque quería sentir su amor. Él obtuvo lo que quería, pero usted sólo obtuvo decepción y tristeza. Él ahora puede buscar a la próxima mujer vulnerable y crédula que se deje seducir por sus mentiras. Usted tiene que dejar de hacerse ilusiones de que él de veras la amaba. Él se aprovechó de usted y la despojó de su virginidad, y ahora usted tiene la oportunidad de decidir si también permitirá que la despoje de su felicidad en el futuro.
»Si usted sigue atormentándose y culpándose, o si no deja de esperar que él vuelva a su lado, entonces no va a mejorar su estado de ánimo. En ese caso, creemos que usted debe consultar a un médico de inmediato y contarle acerca de sus pensamientos de suicidio.
»En cambio, si usted quiere olvidarse de todo esto y volver a comenzar, entonces podemos ayudarla. La culpa que siente se debe a que usted sabe que lo que hizo es indebido. La manera de olvidarse de la mala conducta pasada y comenzar de cero es pedirle a Jesucristo que forme parte de su vida y perdone todos sus pecados. Cuando Cristo nos perdona, también se olvida de los pecados que nos ha perdonado. Ya no nos considera culpables. Así que para Él será como si nunca hubiéramos pecado. Eso la ayudará a que vuelva a sentirse limpia. Y el saber que Cristo la ama y quiere ayudarla en su diario vivir le dará la seguridad y la confianza emocional que no ha tenido hasta ahora.»

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