jueves, 7 de julio de 2016

¿CUÁNTO VALE NUESTRA FAMILIA?

¿CUÁNTO VALE NUESTRA FAMILIA?
Por Carlos Rey.
(15 de mayo: Día Internacional de la Familia)
En su comisaría en Catanduvas, Brasil, Tendrick da Lima tenía ante sí a dos campesinos, Antonio da Luz y Antonio da Rosa, que discutían acaloradamente. El comisario se rascaba la cabeza porque no podía hacerlos entrar en razón. Se trataba de un negocio de compraventa, o de trueque, pero los tocayos no podían ponerse de acuerdo en el precio.
Los dos hombres querían hacer un intercambio de esposas e hijos. Al parecer, ambos estaban cansados de sus respectivas familias y querían hacer un trueque como si se tratara de ovejas o bueyes. Antonio da Luz exigía que Antonio da Rosa le diera, además de su familia, un acordeón para balancear el precio.
El comisario da Lima tuvo que explicarles a los dos interesados que en Brasil estaba prohibida la compraventa de personas, como también el canje de esposas e hijos, aunque no rindiera utilidad alguna. Los dos campesinos se fueron protestando y diciendo que ya no había libertad en el mundo.
A este relato lo pudiéramos calificar de tragicómico, cómico por lo risible del caso, y trágico porque para muchos hombres su esposa y sus hijos son bienes económicos nada más, cifras de pérdida o de ganancia, mercadería que se puede comprar y vender, o hasta esclavos que trabajan por obligación.
Esto se debe a que muchos individuos desconocen el valor de cada ser humano. Y no se trata sólo de personas iletradas. Lamentablemente abundan hombres ricos y hasta con títulos universitarios, capaces de vender a su esposa o alquilar a una hija si con eso hacen un buen negocio u obtienen una buena ventaja social.
¿Y qué decir de los que no van al extremo de tratar de comprar o vender, o siquiera de cambiar a miembros de su familia, pero sí los maltratan como si no tuvieran valor alguno? ¿Acaso cuando se le golpea física, verbal o emocionalmente a una esposa o a un hijo, no se le está tratando también como un perro callejero o una bestia de carga?
¿Qué pensará acerca de esta actitud Dios nuestro Creador, que nos hizo a cada uno como una creación excepcional? A los ojos de Él, todos los seres humanos tenemos un valor inestimable. Como para que no nos quede duda alguna al respecto, el apóstol Pablo nos asegura que el precio de nuestro rescate «no se pagó con cosas perecederas, como el oro o la plata, sino con la preciosa sangre de Cristo».1 Es decir, Dios nos considera tan valiosos que envió a su único Hijo Jesucristo al mundo a dar su vida por nosotros. Tanto es así que se ha dicho que si hubiera habido un solo habitante en el mundo de aquel entonces, Cristo habría muerto por esa persona de todos modos.
Ya es hora de que reconozcamos el valor que realmente tenemos. De hacerlo así, le entregaremos a Cristo nuestra vida a fin de que nos cubra con su amor y su protección, y nos recuerde todos los días lo mucho que nos valora.
1         1P 1:18-23. 1:18 sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata,
1:19 sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación,
1:20 ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros,
1:21 y mediante el cual creéis en Dios, quien le resucitó de los muertos y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sean en Dios.
1:22 Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro;
1:23 siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.
MANTENIENDO EL CURSO EN EL MATRIMONIO.
Cuando una pareja se une en matrimonio establece un rumbo para su vida!
UN CURSO O RUMBO O PUNTO DE LLAGADA.
Así como una nave establece un rumbo cuando sale de un punto de origen hacia su destino, igualmente los matrimonios establecen un curso o rumbo que les guiará a su destino.
UNA UNIDAD INDISOLUBLE.
Bíblicamente el destino de un matrimonio es que se conviertan en una sola carne, formen una familia y vivan en armonía hasta que la muerte los separe; y tener acceso a la vida celestial. Mt 19:5-6.
SEGUIR LAS INSTRUCCIONES DE DIOS.
Para alcanzar ese destino, todo matrimonio debe seguir las instrucciones del que diseñó la relación y el destino: Dios.
MANTENER UNA SOLA DIRECCIÓN: LA QUE DIOS NOS TRAZÓ
Durante el desarrollo de la vida, el matrimonio va construyendo el camino hacia su destino, frecuentemente con dificultades y obstáculos. Eso es totalmente normal. Así es la vida. Lo importante es que a pesar de todo, mantengamos el curso de nuestra vida y del matrimonio.
UN ENEMIGO EN EL CAMINO QUE QUIERE DESVIARNOS DEL RUMBO.
Nuestro Padre Celestial nos advierte que tenemos también un enemigo que va a tratar de sacarnos del curso hacia nuestro destino. Él le llama el enemigo de nuestras almas. Usando estrategias, asechanzas y tentaciones sobre nuestras debilidades humanas ese enemigo trata constantemente de sacarnos del curso.

Por esa razón debemos mantenernos en el curso, puestos los ojos y el entendimiento sobre las instrucciones de Dios en su palabra la Biblia, para que podamos librarnos de las asechanzas del enemigo y mantener el curso de nuestra vida y nuestro matrimonio.
ES TIEMPO DE REVISAR NUESTRAS ACTITUDES.
Actitudes que nos pueden sacar del curso de nuestras vidas:
ANALICE CADA UNA Y ORE FRENTE AL RETO QUE ELLA TRAE.
1. La debilidad espiritual. Cuando nos aflojamos de nuestra relación personal con Dios, bajamos nuestras defensas y quedamos a expensas de los ataques del enemigo.
2. La desobediencia a los principios de vida del Reino. Si conociendo los principios no los llevamos a la práctica, nos extraviamos y nos confundimos en el propósito de Dios para nuestras vidas.
3. El pasado. Vivir en las ofensas y las circunstancias del pasado frecuentemente conduce a perder el rumbo.
4. La falta de Perdón endurece los corazones y trae ceguera espiritual que nos hace perder el rumbo.
5. La Intolerancia. Es necesario practicar la tolerancia y la humildad para poder mantenernos en el curso.
6. Las malas amistades corrompen las buenas costumbres y nos desvían del rumbo a nuestro destino.
7. El amor al dinero, a los placeres y a las cosas materiales, muy frecuentemente nos desvía hacia otro destino.
Medita con tu cónyuge en estas actitudes que pueden estar afectando el curso de tu vida y de tu matrimonio en detrimento de tu familia y tus generaciones. Tomen decisiones hoy mismo que los libre de desviarse del curso de Dios para ustedes. Si se han desviado, pidan perdón a Dios y pídanle fuerza para tomar las decisiones que sean necesarias para ajustar el rumbo en función del propósito de Dios para ustedes como matrimonio y familia.
MANTENTE EN LOS PRINCIPIOS Y VALORES DEL REINO.
Esfuérzate por mantener el curso de tu vida en obediencia a los principios de vida del Reino y entonces todas las promesas de Dios se cumplirán en tu vida y alcanzarás el propósito para el que fuiste creado.
LO MÁS IMPORTANTE QUE DIOS TE DA: LA FAMILIA
Tú matrimonio y tu familia es el tesoro más valioso que Dios te ha dado.
CUÍDALO!
Luis y Hannia Fernández
www.libresparaamar.org
LOS LÍMITES QUE SE DEBEN ESTABLECER EN EL MATRIMONIO.
Límites En El Matrimonio.
PROTEGIENDO EL HOGAR.
Debe haber ciertos límites en la relación matrimonial, porque son los que lo van a proteger del deterioro.
Estos límites los ha establecido el que diseñó y creo el Matrimonio.
DIOS ESTABLECE LÍMITES EN LA RELACIÓN MATRIMONIAL.
Entre ellos están:
ES NECESARIO PONERLOS EN PRÁCTICA TODOS LOS DÍAS.
1. El Respeto. Este es primer y más importante límite en toda relación humana y especialmente en el Matrimonio; porque si se pierde este límite, la relación puede caer en una onda destructiva. Las faltas de respeto destruyen la confianza y borran las cosas buenas que se hayan hecho. Es normal que tengan diferencias de criterio para tomar decisiones, pero esas diferencias deben manejarlas con respeto, considerando las opiniones del otro como válidas e importantes, igual que las suyas. Entonces exponen sus argumentos, oran pidiéndole sabiduría a Dios y tratan de ceder y ponerse de acuerdo. Si aun así no logran ponerse de acuerdo, busquen alguna ayuda espiritual que les ayude a discernir la situación. Pero nunca traten de imponer su criterio ni de exigir al otro. Eso es una falta de respeto.

2. La Consideración. Este es otro límite importante, que deben tener todos los matrimonios. Tiene que ver con la conciencia del trabajo de cada uno y considerar el esfuerzo que hace el otro. Deben considerarse mutuamente y estar siempre dispuestos a balancear las cargas de trabajo y de la casa. Valorar el trabajo de cada cual.

3. La Fidelidad. Este límite es vital para la estabilidad emocional del Matrimonio. Ambos deben afirmarse constantemente dándose palabras de afirmación hasta que la muerte los separe. Para lograr asegurar a su cónyuge en esta área, es necesario que ambos sientan la libertad de expresar sus sentimientos, sus ideas, sus sueños y anhelos sin que el otro le invalide ni le imponga su propio criterio. La libertad de expresión en el Matrimonio afirma y fortalece la Fidelidad.

4. El Orden de Prioridades. Vivir una vida de obediencia a la palabra de Dios y tener una relación personal con el Señor debe ser la prioridad número 1; luego la atención al cónyuge, después los hijos, después el trabajo, luego los familiares y luego la Iglesia. Este es el orden de prioridades que le da a la familia el marco de estabilidad emocional que necesitan para poder manejar bien las relaciones.

5. La Honestidad. Este límite incluye hablar siempre con la verdad, honesta y transparentemente. La mentira por más pequeña que sea, siempre va a producir problemas en algún momento de la vida. El engaño y la deshonestidad siempre van a traer malas consecuencias tarde o temprano. Ambos cónyuges deben ponerse el límite de la honestidad y hablar la verdad siempre, abriendo el corazón y expresando sentimientos y emociones y orando juntos el uno por el otro.

Si alguno de los cónyuges ha fallado en estos límites, no le juzgue ni le condene. La mejor manera de ayudar a un cónyuge que está fallando en alguna de estas áreas no es criticándole ni regañándole. Es hablando al respecto con paz y sabiduría y tomando la decisión de hacer las cosas bien, a la manera de Dios.
UNA REFLEXIÓN PROFUNDA DE LOS ESPOSOS.
Tomen la decisión de perdonarse por haber fallado en alguno o varios de esos límites y decidan hacer el esfuerzo de no volver a pasarlos y apoyarse, perdonarse y levantarse cuando alguno falle ocasionalmente.

Tú matrimonio y tu familia es el tesoro más valioso que Dios te ha dado. CUÍDALO!

www.happy4ever.org
Luis y Hannia Fernández
LA ORACIÓN DIRIGIDA PARA UN MATRIMONIO EN CRISIS.
Oración Dirigida Para Un Matrimonio en Crisis.
Hay momentos en que el matrimonio se siente sacudido por una crisis o un conflicto que amenaza con destruir la estabilidad de la pareja.
ES NECESARIO HACER LOS CORRECTIVOS, ANTES DE QUE LA CRISIS TERMINE CON LA RELACIÓN.
Matrimonio en Crisis es un asunto de la vida diaria. Hemos tratado de solucionar las cosas, pero parecen complicarse. Es allí donde encontramos que el único recurso ahora disponible. Acudir ante el altar de Dios.
DIOS CREO EL MATRIMONIO CON PROPÓSITOS CLAROS.
Dios creó el matrimonio con propósito. Ese propósito fue el de reflejar su gloria en la tierra. El enemigo de la familia no quiere que se refleje esa gloria.

EXISTE UN ENEMIGO DEL MATRIMONIO: ESE ENEMIGO ESTÁ MUY CERCA.
DIOS DEBE ESTAR EN EL CENTRO DE NUESTRO HOGAR.
“El Ladrón vino para Hurtar, Matar y Destruir, pero Yo he venido para que tengan vida y vida en abundancia. Jesús.
ES TIEMPO DE ORAR POR NUESTROS HOGARES.
El Dr. Serafín Contreras Galeano nos dirige a través de esta oración. Si es tu matrimonio el que está en crisis, únase a esta oración. Si es el matrimonio de un familiar o amigo, comparta esta oración con ellos.

“Oh SEÑOR, de mañana oirás mi voz; de mañana presentaré mi oración a ti, y con ansias esperaré”. Salmos 5:3

“Escucha mi oración, oh Dios, presta oído a las palabras de mi boca”. Salmos 54:2

“Pero yo elevo a ti mi oración, oh SEÑOR, en tiempo propicio; oh Dios, en la grandeza de tu misericordia, respóndeme con tu verdad salvadora”. Salmos 69:13
EN EL MATRIMONIO SE VIVE UNA MARATÓN DIARIA.
Reflexiones ->  Los maratonistas aprenden varias lecciones importantes durante los años de entrenamiento.
EN EL MATRIMONIO TAMBIÉN HAY OBSTÁCULOS.
No importa lo experimentado que sea un corredor, una pequeña piedra en el camino, un paso mal dado, una distracción o miles de otros obstáculos pueden aparecer en cualquier momento, interrumpiendo el paso del corredor y ocasionando un accidente o un daño.
LA EXPERIENCIA NO SIEMPRE FORTALECE NUESTRAS DECISIONES.
NO HAY INMUNIDAD PARA LOS PROBLEMAS EN EL HOGAR.
Lo mismo ocurre en el matrimonio.  El tiempo prolongado que lleven de casados no brinda inmunidad a los problemas.
EL MATRIMONIO EXIGE LLEVARLO PASO A PASO.
Los maratonistas aprenden a regular el paso para no agotarse en los primeros kilómetros de la carrera.
NO PODEMOS DESCUIDARNOS EN NINGUN MOMENTO.
De la misma manera, las parejas debieran ser sabias al ver la relación como de largo alcance y así poner a los problemas y las diferencias en la perspectiva de un cuadro mayor.

Por último, los maratonistas, a excepción de unos pocos que encabezan el torneo, corren para mejorar sus propios tiempos.  Corren para terminar la carrera y tratan de hacer su esfuerzo.
TODOS PONEMOS NUESTRO GRANITO DE ARENA EN LA CONSTRUCCIÓN.
La competencia puede arruinar una relación. Lo mejor que cada uno puede hacer es procurar dar lo mejor de sí y esforzarse por lograr que la relación sea lo mejor posible.
EL COMIENZO ES IMPORTANTE, PERO MÁS LO ES LA CONTINUIDAD Y LA DETERMINACIÓN.
La vida de casados es un maratón.  No basta con un gran comienzo para un matrimonio duradero.  Se necesita determinación.
ES TIEMPO DE RECLAMAR LAS PROMESAS DE DIOS.
Hebreos 10:36
Es necesario que con paciencia cumplan la voluntad de Dios, si es que desean que Él les dé lo que les tiene prometido.




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