miércoles, 7 de septiembre de 2016

LA SUMISIÓN, LA ENSEÑÓ JESÚS EN SU MINISTERIO.

LA SUMISIÓN  ES UNA PALABRA Y UNA  ACTITUD QUE NO SIEMPRE NOS GUSTA.
1. SOMETERME Y OBEDECER. LO DICE DIOS
MI SUMISIÓN EN EL TEMOR A DIOS.
“Siervos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Dios” (Colosenses 3:22).
¿Trabaja usted para una persona difícil? “¡Sí! Es un esclavizador, avaro e intimidador. ”Bueno, veamos lo que la Biblia dice acerca de los “esclavizadores”:
“Criados, estad sujetos con todo respeto a vuestros amos; no solamente a los buenos y afables, sino también a los difíciles de soportar” (1 Pedro 2:18). “¿Me quiere decir que debo someterme a ese diablo en dos piernas?” ¡Exactamente! Y no sólo someterse, sino también “servirle”. Usted puede acallar las voces de la crítica y traer a esa persona a Jesucristo, cuando practica la más poderosa fuerza sobre la faz de la tierra: sometimiento por medio de la obediencia.
Pídale a Dios que le dé un espíritu de sumisión hacia las autoridades en su vida. Ruéguele que le dé la fortaleza para hacer “lo imposible”, levantarse por sobre las circunstancias, y refleje en su vida y sus acciones, su Espíritu de confianza y obediencia.
2. SOMOS UNO EN CRISTO JESÚS. LO DICE DIOS
MI SUMISIÓN GLORIFICA  A DIOS.
“Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús” - (Gálatas 3:28).
Si queremos aprender a sobrevivir durante los tiempos difíciles de nuestras vidas, debemos aprender a someternos. Así es. Ahora, eso suena paradójico, pero permítanos explicarle. La Palabra de Dios enseña que nadie es inferior a nadie. Somos uno en Jesucristo. El sometimiento es algo que hacemos, unos a otros, “en el temor de Dios” (Vea Efesios 5:21). A través de la sumisión viene el poder y la victoria. ¿Quiere usted saber una buena definición de “sumisión”? Aquí está: “La sumisión es uno igual voluntariamente poniéndose bajo otro igual, a fin de que Dios pueda ser glorificado.” Nunca somos más como Jesús que cuando nos sometemos. Y nunca somos más como el diablo, que cuando nos rebelamos.
¿Está usted teniendo dificultades con alguien ahora mismo? ¿Podría ser que la respuesta esté en su sometimiento? Pídale a Dios que le ayude, e irrumpa en la vida abundante hoy mismo.
3. AMOR Y ENTREGA POR SUMISIÓN. LO DICE DIOS
SI EL ME AMA, YO HARÉ LO QUE SEA.
Efesios 5:25: “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a Sí mismo por ella.”
¿Sabe usted lo que la mayoría de los matrimonios necesitan? Necesitan dos funerales y una boda, donde ambos cónyuges mueren a sí mismos y son vivificados en Cristo.
El pastor Rogers afirmó: “Verá, cuando un hombre ama a su esposa apasionadamente, no existe nada tan valioso para él que no lo abandonaría por ella, excepto su relación con Dios Todopoderoso. Cuando se muestra ese tipo de amor a una dama, me atrevo a afirmar que el tema de la sumisión no será un problema. A la mayoría de las mujeres no les molesta someterse a un varón que la ama tanto que daría su vida por ella y que lo demuestra en la forma en que vive para ella.”
¿Está usted casado (a)? Salga en una cita con su pareja esta semana.
¿Es usted soltero (a)? Ore para que el Señor le prepare para ser la persona que su pareja necesitará. Asimismo ore que Dios le haga la persona que Él exclusivamente diseñó para su propósito, casada o soltera.
4. LA SUMISIÓN POR RESPETO Y NO CON ABUSO. LO DICE DIOS
ME SOMETO A QUIEN ME AMA, ME SOMETO A QUIEN NO ME PROVOCA, ME SOMETO A QUIEN ES MI AUTORIDAD Y ME SOMETO A JESUCRISTO, QUIEN ME AMA Y DIO SU VIDA POR AMOR A MI.
Primera Juan 5:3: “Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus  mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos. ”
 La sumisión es un término que ha sido lamentablemente distorsionado porque hay hombres que han usado esta palabra como un arma para lastimar a sus esposas en lugar de usarla como una herramienta para construir su hogar. Cuando Dios le dice a la esposa que se someta a su esposo, Él a su vez le manda al esposo amar a su esposa. (Efesios 5:22-25). Cuando Dios le dice a los hijos que obedezcan a sus padres, Él también instruye a los padres a “no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor” (Efesios 6:4). Cuando el Señor le manda que se someta a Él, es por su bien (Santiago 4:7). Jesús es la cabeza de la iglesia y Él nos dirige por amor. Igualmente debería serlo en el hogar.
Dialogue el principio de la sumisión con su familia y amigos esta semana. Compare el contraste entre lo que el mundo dice que significa la sumisión, y lo que Dios anhela de nosotros.
5. JESUCRISTO ES LA CABEZA DE LA IGLESIA. LO DICE DIOS
TODOS SOMOS MIEMBROS DE CRISTO, ENTONCES TODOS TENEMOS UN ESPÍRITU DE SUMISIÓN EN EL TEMOR DEL SEÑOR. Y NOS SOMETEMOS A ÉL, Y LO HACEMOS POR AMOR.
Romanos 12:5: “Así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros.”
Su mano izquierda es un miembro de su cuerpo. De igual manera lo es su mano derecha. La mano derecha no puede dirigir a la izquierda y viceversa, pero ambas manos pueden recibir instrucciones de la cabeza. Si una mano está conectada a la cabeza y la otra también lo está, consecuentemente ambas pueden someterse la una a la otra. Éstas no van a pelear entre sí. Es lo mismo que sucede con el cuerpo de Cristo: la iglesia. ¿Quién es la cabeza del cuerpo? El Señor Jesucristo. ¿Quiénes son los miembros del cuerpo? Usted y yo. Dios nos has puesto en la iglesia junta para que podamos tener un espíritu de sumisión en el temor del Señor.
¿Existe alguien en su congregación con quien usted tiene dificultades? Sométase al Señor y permita que Él le dé gracia para someterse los unos a los otros.
6. PRIMERO ES LA SUMISIÓN Y LA OBEDIENCIA, QUE LA VICTORIA. LO DICE DIOS
MI SUMISIÓN EMPIEZA ESCUCHANDO LAS INSTRUCCIONES, LUEGO ACEPTÁNDOLAS Y POR ÚLTIMO OBEDECIÉNDOLAS. EL RESULTADO SE DARÁ CON BASE A LOS PASOS ANTERIORES.
“La soberbia del hombre le abate; pero al humilde de espíritu sustenta la honra” (Proverbios 29:23).
¿Ha enseñado a alguien a manejar? ¿Qué es la primera cosa que les enseña? Si usted es como lo fue el pastor Rogers, antes de enseñar a sus hijos lo que es encendido, el acelerador o las señales direccionales, les enseña dónde está el freno.
Ahora, suponga que su alumno dice: “¡Yo no quiero saber del freno! ¡Quiero saber del acelerador!” Usted seguramente responderá: “Olvídate del acelerador. Antes de que puedas ir, debes saber cómo frenar.”
Ponga esto en el plano espiritual. Si le pidiésemos que se someta a Dios, y contesta: “No estoy interesado en la sumisión. ¡Lo que quiero es la victoria!”
Hermano (a), Dios no va a derramar su poder en usted, hasta cuando Él no vea en usted un espíritu de sumisión.
Si usted está físicamente apto, arrodíllese y dóblese en reverencia a Dios. Permita que esta posición de humildad transforme su espíritu en una total entrega y sumisión al Todopoderoso Dios.
7. ESPERAR Y CONFIAR EN ÉL, NO ESCUCHAR OTRA VOZ. LO DICE DIOS.
ESPERO EN EL TIEMPO DE DIOS, ÉL ES JUSTO, EXALTAR  SU NOMBRE, LE DOY GRACIAS, ME SOMETO, LE OBEDEZCO Y LE DOY LA GLORIA, LO QUE ÉL ME DA ES LO MEJOR PARA MI.
“Guarda silencio ante Jehová, y espera en Él. No te alteres con motivo del que prospera en su camino, por el hombre que hace maldades” (Salmos 37:7).
No nos gusta mucho la palabra “espera”, ¿verdad? Corremos sin parar sacando, por decirlo así, los rábanos de la tierra para ver cómo están creciendo y los volvemos a enterar. No esperamos.
El profeta Isaías nos dice: “Por tanto, Jehová esperará para tener piedad de vosotros, y por tanto, será exaltado teniendo de vosotros misericordia; porque Jehová es Dios justo; bienaventurados todos los que confían en Él” (30:18).
Amigo (a), usted no puede “apurar” a Dios, porque Él no está interesado en el tiempo. Está interesado en lo que hacemos con el tiempo. Así que deténgase, mire, espere y confíe. Dios sabe lo que está haciendo.

Agradezca a Dios por el proceso de “esperar”. Dele gracias a Dios que ha escuchado cada una de sus oraciones, que no se ha olvidado de usted. Agradézcale por esta oportunidad que le ha dado de crecer y confiar en Él, por Su soberanía, y porque Él sabe mejor que usted lo que necesita y es mejor para su vida.

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