¿QUÉ
SIGNIFICA LA PAZ DE DIOS EN UN VERDADERO CRISTIANO?
“Deja allí
tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y
entonces ven y presenta tu ofrenda” - (Mateo 5:24).
LO PRIMERO
ES ESTAR BIEN CON DIOS, PARA ENTREGAR LA OFRENDA.
PAZ ES RECONCILIACIÓN, PAZ ES PERDÓN.
Jesús nos
dice que debemos dejar nuestra ofrenda a un lado y hacer la paz con algún
hermano enojado, antes de que podamos adorar. Nadie puede estar “bien con
Dios”, y conscientemente estar mal con su hermano. Pero note que Jesús no está
diciendo que usted necesita dejar su ofrenda e ir y reconciliarse con su
hermano si es que usted tiene algo en contra de él (o ella), (vea Mateo 18:15-18)
Por tanto, si tu hermano peca
contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu
hermano.
18:16 Más si
no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres
testigos conste toda palabra.
18:17 Si no
los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por
gentil y publicano.
18:18 De
cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y
todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo.
Aquí Jesús está diciendo que usted necesita
“hacer la paz” con algún hermano o hermana que tiene algo en contra suya. Antes
de que cante, antes de que ore, antes de que enseñe, antes de que ofrende,
antes de que adore, la Biblia dice que primero debe reconciliarse con su
hermano (a). No hay ofrenda sobre la tierra que pueda substituir el estar en
paz con los otros.
LA MEJOR
OFRENDA A DIOS ES ESTAR EN PAZ CON MI HERMANO.
EMPIECE
ORANDO POR ESA RECONCILIACIÓN Y POR ESE
PERDÓN.
De lo que
usted sabe, ¿hay alguna persona que está guardando sentimientos negativos en su
contra? Entonces, el Señor le dice: “Deja allí tu ofrenda delante del altar, y
anda, reconcíliate primero con tu hermano.”
HOY, LO MÁS
PRONTO POSIBLE, VAYA A RECONCILIARSE CON SU HERMANO.
Antes de que
usted haga ninguna otra cosa, ahora mismo, este minuto, pídale a Dios que le
enseñe si hay alguien con quien usted necesita reconciliarse. Luego, ¡vaya y
hágalo!
EL HOMBRE
DEJÓ EL PRIMER AMOR Y LO CAMBIÓ POR EL AMOR AL MUNDO.
“Pero tengo
contra ti, que has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has
caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a
ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido” -
(Apocalipsis 2:4-5).
La década de
los sesenta trajo la revolución sexual. Ahora, explíquenos una vez más, ¿cómo
el “amor libre” iba a traer paz y armonía a nuestro mundo?
En esa época
los jóvenes se fumaron la pipa de la paz ¿ y cuánto duró esa pipa?, lo que duró
para fumársela.
La gente
está siendo absorbida en turbulentas cloacas de pecado. Los cimientos de los
hogares se desmoronan. Preciosos bebecitos en el vientre son condenados a
muerte. Las enfermedades transmitidas sexualmente están fuera de control.
Parece que fuera demasiado tarde, y debemos regresar “a nuestro primer amor”.
Es tiempo de amar al Señor con todo nuestro corazón, nuestra alma, nuestra
mente, y amar al prójimo como nos amamos nosotros mismos (ver Mateo 22:36-39).
Maestro, ¿cuál es el gran
mandamiento en la ley?
22:37 Jesús
le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con
toda tu mente.
22:38 Este
es el primero y grande mandamiento.
22:39 Y el
segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
22:40 De
estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.
Es tiempo de hacer conocer a la gente del
“amor libre” ofrecido por nuestro Salvador, cuando Él murió para perdonar
nuestros pecados y comprar nuestra salvación por la eternidad.
Sin un
Arrepentimiento genuino, tampoco hay cambios significativos en el Corazón.
Es tiempo de
hacer conocer a la gente de “la paz” ofrecida por nuestro Salvador.
¿CÓMO ESTÁ
USTED HOY CON EL SEÑOR?
¿Cómo sabe
que ha dejado “su primer amor”? Pregúntese: “¿Hay algo o alguien a lo que sirvo
más que a Dios? ¿Hay alguien o algo a lo que amo más que a Dios?” Si lo hay,
entonces confiese ese pecado, y arrepiéntase de su pecado de idolatría.
LA PAZ DE DIOS TRAE BENDICIÓN ¿QUÉ CREES QUE TRAE LA
GUERRA?
“He aquí Yo
pongo hoy delante de vosotros la bendición y la maldición: la bendición, si
oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, que Yo os prescribo hoy, y la
maldición, si no oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, y os
apartareis del camino que Yo os ordeno hoy, para ir en pos de dioses ajenos que
no habéis conocido” - (Deuteronomio 11:26-28).
Dios pone
delante de usted, este día, una bendición y una maldición. ¿Qué es lo que
determina que usted reciba la bendición? Si usted obedece. ¿Qué es lo que
determina si usted recibe o no una maldición? Si usted desobedece.
Existen seis
bendiciones que Dios quiere darle hoy a cambio de su obediencia:
1. Abundancia
(Isaías 1:19-20) Si
quisiereis y oyereis, comeréis el bien de la tierra;
1:20 si no
quisiereis y fuereis rebeldes, seréis consumidos a espada; porque la boca de Jehová
lo ha dicho.
Juan 10:10:
“Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
¿Le gustaría
levantarse y permanecer firme? ¿Le gustaría experimentar la vida abundante de
la cual nos habla nuestro Señor? Jesús vino a darnos vida eterna. Vino a darnos
vida abundante. Necesitamos hacer como lo dice una vieja canción: “Acentúa lo
positivo. Elimina lo negativo.”
2. Paz
(Jeremías 26:13) Mejorad ahora vuestros caminos y vuestras obras, y oíd la voz
de Jehová vuestro Dios, y se arrepentirá Jehová del mal que ha hablado contra
vosotros.
3. Protección
(Éxodo 23:22) Pero si en
verdad oyeres su voz e hicieres todo lo que yo te dijere, seré enemigo de tus
enemigos, y afligiré a los que te afligieren.
4. Poder
(Hechos 5:3) El Dios de nuestros padres levantó a Jesús, a quien vosotros
matasteis colgándole en un madero.
5:31 A éste,
Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Israel
arrepentimiento y perdón de pecados.
5:32 Y
nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el
cual ha dado Dios a los que le obedecen.
5. Pureza (1
Pedro 1:22) Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad,
mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros
entrañablemente, de corazón puro;
6. Y Percepción
(Salmo 119:100- 101) Más
que los viejos he entendido,
Porque he
guardado tus mandamientos; 119:101 De todo mal camino contuve mis pies, Para guardar tu palabra.
¿Quiere que
Jesús sea real para usted, y no sea solamente alguien sobre quien ha leído
algo? Quizás usted quisiera algo más que “orar” a Él. Tal vez quisiera
conversar con Él y relacionarse con Él. Bien puede hacerlo.
Lea Juan
14:23- 24. Respondió
Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y
vendremos a él, y haremos morada con él.
14:24 El que
no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino
del Padre que me envió.
¿Qué es lo
que Jesús dijo que sería el resultado de su amor por Él? Guarda su Palabra.
¿Y qué es lo
que Dios ha prometido hacer, como resultado de su acción?
Vivir en
nosotros y recibir el Amor del Padre.
DIOS NOS MANDA
A ESTAR EN PAZ.
“No paguéis
a nadie mal por mal; procurad lo BUENO delante de todos los hombres. Si es
posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en PAZ con todos los hombres”
(Romanos 12:17-18).
Y TODO LO
QUE HAGAN, HÁGANLO PARA EL SEÑOR.
Cierto
pastor sirvió en una congregación por muchos años, pero un día le pidieron que
se fuera. Él conversaba con un amigo pastor y le dijo: “Lo que me hicieron fue
injusto. Después de todo lo que hice por ellos, y me trataron de esa manera.”
El amigo, que mencionaba esta conversación, observó y le dijo: “Fue una pena
que no lo haya hecho por Dios.” Si usted está sirviendo a Dios en cualquier
forma, no lo haga “por la gente”. Sirva al Señor. Si hace lo correcto, quizás
la gente lo maltratará pero, ¿qué importa eso si usted está sirviendo al Señor?
Dios demostrará su fidelidad y le recompensará por su obediencia. No se
doblegue ante la amargura. Dígale a Dios lo que ha sucedido. Deje que Dios
maneje el asunto en su tiempo. ¡Él lo hará!
ES TIEMPO DE
DARLE UNA OFRENDA FRAGANTE A DIOS.
Haga esta
semana algo extraordinario por una persona completamente desconocida. Hágalo
como una ofrenda fragante a Dios.
DIOS QUIERE
UNA OFRENDA FRAGANTE ¿SERÍA USTED UNA OFRENDA PARA ÉL? Efesios 5: 1-2.
Sed, pues, imitadores de Dios como
hijos amados.
5:2 Y andad
en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros,
ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.
NADIE ME
PODRÁ ROBAR LA PAZ ETERNA.
Romanos
8:38-39: “Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles,
ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni
lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios,
que es en Cristo Jesús Señor nuestro.”
¿Qué pasaría
si usted tuviese una cita con el doctor y él le notifica que tiene cáncer? Tal
vez usted ya haya escuchado dicho diagnóstico, sea para su persona o para un
ser querido.
Deseamos
compartirle algunas cosas que el cáncer no puede hacer. El cáncer no puede
destruir la esperanza, ni corroer la fe. El cáncer no puede robarle la paz, ni
ponerle límite a la vida eterna. El cáncer no puede apagar el Espíritu de Dios,
ni minimizar el poder de la resurrección. ¡Así de restringido es el cáncer!
LA GRAN
GUERRA, LA TRIBULACIÓN LLEGARÁ UN DÍA.
Mateo 24:21:
“Porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el
principio del mundo hasta ahora, ni la habrá.”
El general
Omar Bradley dijo esto acerca de nuestra generación:
1. “Sabemos
más de guerra que de paz.
2. Sabemos
más de matar que de vivir.
Esta es nuestra declaración de progreso del
siglo XXI:
1. EL conocimiento
de la ciencia sobrepasa la capacidad del control.
2. Tenemos
demasiados hombres dedicados a la ciencia y muy pocos hombres de Dios.
3. El mundo
ha alcanzado inteligencia sin sabiduría, poder sin conciencia. Somos un mundo
de gigantes nucleares e infantes éticos.”
Creemos que expresó una gran verdad.
Jesús enseñó que viene un tiempo, como nunca
antes visto en la historia: la gran tribulación, un tiempo de guerra cuando
todo nuestro progreso y adelantos se reducirán a una persona: El Señor
Jesucristo.
OREMOS POR
ARREPENTIMIENTO, OREMOS POR UN PAÍS QUE DESEA ENTREGAR SU VIDA A JESUCRISTO EL
SEÑOR.
EL DÍA QUE
ESTO OCURRA, HEMOS LLEGADO A LA PAZ QUE DIOS NOS OFRECE.
AQUÍ ESTÁ EL
VERDADERO MENSAJERO DE LA PAZ.
Isaías 53:5
“Mas Él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el
castigo de nuestra paz fue sobre Él, y por su llaga fuimos nosotros curados.”
El pastor
Rogers dijo: “Lo que amo acerca del Antiguo Testamento es lo mismo que amo
acerca del Nuevo Testamento. El Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento ambos
son la Palabra inspirada de Dios.”
ESTE EL
VERDADERO MENSAJE.
No piense
que el Antiguo Testamento tiene un mensaje diferente al Nuevo Testamento. Toda
la Biblia habla acerca de Jesús. Si usted lee la Biblia y no encuentra a Jesús,
es mejor que la vuelva a leer. Si alguien le pregunta si ha leído los cuatro
evangelios. Usted puede contestarles: “¡He leído todos los sesenta y seis!
Desde Génesis hasta Apocalipsis, todos tienen el mismo villano: Satanás. Y Tiene el mismo héroe: Jesús. Tiene el mismo
propósito: proclamar que en ningún otro nombre podemos ser salvos, sino sólo en
el nombre de JESÚS.”
¿ENTONCES QUIERE
LA PAZ?
La paz os
dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro
corazón, ni tenga miedo.
Salmo 34:8:
“Gustad, y ved que es bueno Jehová; dichoso el hombre que confía en Él.”
El Señor
Jesucristo nos da las Bienaventuranzas o Beatitudes: actitudes que deben ser.
Éstas no son trivialidades, sino actitudes que tratan con el carácter del creyente.
Su reputación es lo que otros piensan de usted, más el carácter es lo que Dios
sabe de usted. Las Bienaventuranzas no dicen: “Bienaventurado es lo que usted
tiene”, ni: “Bienaventurado es lo que usted hace”, sino: “Bienaventurado lo que
usted es”.
¿QUIÉN ES
USTED FRENTE A LA PAZ?
¿Qué es lo
que la mayoría de las personas en el mundo están haciendo? Están buscando la
felicidad. Si usted busca la felicidad, nunca la encontrará. Sin embargo, si se
pone en paz con Dios, la bienaventuranza lo encontrará.
LA PAZ LE TRAERÁ TODA LA FELICIDAD.
Y FINALMENTE
LO QUE DIOS QUIERE ES:
3:8
Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente,
misericordiosos, amigables;
3:9 no
devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario,
bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición.
3:10 Porque:
El que
quiere amar la vida
Y ver días
buenos,
Refrene su
lengua de mal,
Y sus labios
no hablen engaño;
3:11 Apártese
del mal, y haga el bien;
Busque la
paz, y sígala.
3:12 Porque
los ojos del Señor están sobre los justos,
Y sus oídos
atentos a sus oraciones;
Pero el
rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal.
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