lunes, 31 de agosto de 2009

el cabeza de familia

En aquella misma hora de la noche el carcelero los tomó y les lavó las heridas;... todos los suyos fueron bautizados.
Hechos 16:33

El trabajo de evangelización con niños es muy importante, especialmente si pensamos en la influencia que se tendrá con la enseñanza, la disciplina y la formación del carácter, el crecimiento en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

Sin embargo, el modelo de la plantación de iglesias en el Nuevo Testamento no comienza con los niños y sí con el cabeza de familia. Es sencillo, si el padre se convierte al evangelio, él trae consigo a su esposa e hijos. Cuando el carcelero de Filipos se convirtió, él y su casa fueron bautizados; cuando Cornelio se convirtió, su familia también. Lidia parecía que era la cabeza de su familia, cuando se convirtió, los de su casa vinieron también – “Y cuando fue bautizada, y su familia, nos rogó diciendo: Si habeis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad en mi casa, y posad”. (Hechos 16:15)

Hay congregaciones que comienzan con la evangelización de los niños, los padres no aparecen. Se intenta ganar a los padres por medio de los hijos, pero casi siempre no funciona. Si todo el esfuerzo fuese concentrado para alcanzar al cabeza de familia, con cuatro o cinco conversiones la iglesia estaría formada. Se debe promover la evangelización a los niños, pero sin miedo de comenzar a evangelizar primeramente a los padres.



Piensa

Cuando el cabeza de familia se convierte, todos los de su casa son generalmente bautizados.

Ora

Señor Dios, que podamos seguir el modelo de los evangelistas de la Biblia, que llevaban con valentía el evangelio a los adultos, sin dejar de lado las necesidades de los pequeñitos. En nombre de Cristo Jesús. Amén. 


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