jueves, 3 de junio de 2010

«MI MAMÁ Y MI PAPÁ... SE PELEAN POR BOBADAS»

«Tengo once años y mi hermana doce. Hace más de tres años mi papá y mi mamá pelean. Ellos se pelean por bobadas, [porque se le chorrea el] agua o [porque] cuando plancha le queda una arruga. Yo me siento mal que mi papá insulte a mi mamá, y no sé cómo decirles a ellos que no peleen por bobadas.

»Quiero [pedirles] que me den un consejo para que [ellos] no peleen.»

«Estimada amiguita:

»... Me entristeció mucho enterarme de tu situación. Yo tuve el mismo problema a la edad que tienes tú. Mis padres peleaban todo el tiempo. A veces gritaban y eran tan violentos que los vecinos llamaban a la policía. Al fin se divorciaron, y mi mamá volvió a casarse. Pero no pasó mucho tiempo antes de que mi mamá comenzara a pelear con mi padrastro.

»¡Cuánto deseaba que dejaran de pelear! Lo intenté todo. Yo les rogaba que no pelearan más, pero nada cambiaba. No había nada en absoluto que yo pudiera hacer para que mejorara la situación, así que traté de escapar leyendo un libro tras otro. Me enfrascaba en las historias de los personajes para no tener que pensar en mi propia y triste realidad.

»Muchos jóvenes como tú han encontrado diferentes vías de escape. Algunas de esas vías son positivas, mientras que otras son muy negativas y peligrosas. Las drogas y el alcohol son maneras comunes de escapar que sólo dan como resultado problemas peores. Las relaciones con personas que no nos convienen también pueden ser vías de escape, pero a la vez son muy peligrosas.

»Como respuesta a tu pregunta, siento mucho decirte que no hay ninguna forma de lograr que tus padres dejen de pelear. Por el contrario, debes aceptar que no tienes poder alguno sobre ellos. Lo único que puedes hacer es cambiar tú misma. Como hice yo, puedes determinar que algún día formarás un hogar mejor para tus propios hijos. Y puedes decidir que no te casarás con ningún hombre a menos que te muestre respeto en todos los sentidos....

»Lo mejor que puedes hacer es refugiarte en un lugar apartado dentro de la casa o del patio. Ve allí cada vez que comiencen los pleitos. Consíguete tapones para los oídos o audífonos para escuchar música, y úsalos para no tener que oír el griterío. Aprovecha el tiempo para estudiar o leer, o escribir tus pensamientos en un diario.

»Recuerda que tienes a un Padre celestial que te ama mucho. Él puede darte la paz que necesitas para soportar esos momentos difíciles en tu hogar. Habla con Dios, y pídele en oración que te ayude y que te acompañe. A mí eso me dio resultado, y sé que te dará resultado a ti también.

»Te acompañamos en tu tristeza, con la esperanza de que tengas un futuro mejor,

»Linda, la esposa de Carlos Rey.»

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