lunes, 17 de octubre de 2011

ABUSO SEXUAL

Si Dios no desea que las parejas se divorcien, ¿quiere DIOS que una esposa permanezca casada a un marido que la abusa a ella y a los hijos?









Esta pregunta, desafortunadamente, está en la mente de muchas mujeres en todo el país. De hecho, algunas culturas disculpan y permiten la violencia contra las mujeres y los niños. No obstante, permítame ratificarles, es un acto vil y cobarde.

En muchas ocasiones las mujeres soportan el abuso por el bien de los niños. Aunque suene noble, esto enseña a los niños que pegarle a las mujeres es aceptable. A su vez, enseña a las niñas a tolerar y esperar el abuso en una relación. ¿Quién sale ganando? ¡Nadie!

Además, un esposo abusivo rara vez se detiene con la esposa, sino que muy frecuentemente maltrata a sus hijos.

¿Significa esto que una mujer debe divorciarse de un esposo abusivo? No, pero tampoco se le motiva a permanecer en una situación peligrosa.

Huir del peligro y el divorcio no son lo mismo. Dios odia el divorcio (Malaquías 2:16), mas nos ánima a huir del peligro, tal y como José y María lo hicieron después del nacimiento del Señor Jesús (Mateo 2:13).

Además, salir de un hogar peligroso no debe ser permanente. José llevó a su familia a Egipto para huir del peligro, pero también regresó cuando éste hubo pasado (Mateo 2:19-22).

La meta de huir no debe ser el escape, sino la sanidad y eventualmente la reconciliación. Una mujer piadosa considera el bienestar de sus hijos, juntamente con el de su cónyuge ( 1 Corintios 7:16). Una mujer de oración e intenciones humildes puede guiar a su familia a Cristo (1 Pedro 3:1-7).

"Se levantaran sus hijos y la llaman bienaventurada; y su marido también la alaba" (Proverbios 31:28).
He tenido una vida dolorosa, en particular porque familiares masculinos me abusaron sexualmente cuando era una jovencita. Ahora que tengo hijas jóvenes, esos mismos familiares podrían venir a visitarnos. ¿Debo alertar a mis otros familiares previniendo la visita y proteger a mis hijas o debo dejar sepultado el pasado?

Según la Academia de Psiquiatría de Niños y Adolescentes Estadounidense [en 2001] el abuso sexual de niños reportado alcanza los 80.000 casos anuales, sin embargo el número no reportado de instancias es probablemente mucho mayor. Adicionalmente, el daño a largo plazo emocional y psicológico del abuso sexual puede ser para el niño (a) devastador.

Trágicamente, usted sabe esto mejor que cualquier psiquiatra.

Dado lo que sabe y lo que los estudios corroboran, usted mejor que nadie debería desear hacer todo para proteger a sus hijas de una vida de tormento. Aunque hayan pasado muchos años desde cuando fue molestada, casi no existen evidencias convincentes que establezcan que un predador sexual puede ser rehabilitado. Ciertamente no quiere comprobarlo con sus hijas.

Dios nos da a todos la responsabilidad de proteger a otros, especialmente a los hijos, de un estilo de vida de pecado (Lucas 17:1-2). Si pretende ignorarlo, esperando sencillamente que nada suceda, usted es una conspiradora potencial del abuso de sus hijos.

Con todo, no utilice esta oportunidad para desahogar sus acusaciones ante toda la familia. Primero, asegúrese que los ofensores rotundamente no tengan oportunidad de estar a solas con sus hijas. Luego, si las circunstancias lo demandan, calladamente y en oración exprese sus inquietudes a aquellos que necesitan saberlo.

Tan difícil como pueda ser, usted debe salir en su defensa. Quizás se sienta impotente, mas el Dios del universo le dará fortaleza (2 Corintios 12:9).
abusada sexualmente por mi padre de niña. Ahora que estoy casada poseo gran a




nsiedad acerca de la intimidad con mi esposo. Aunque él está al tanto de esta experiencia, es muy paciente y amoroso, pero se le dificulta hablar al respecto. ¿Tiene algún consejo?

Todo lo que Dios creó, Él dice que es “bueno” (Génesis 1:31). Mire detenidamente la maldad en nuestra sociedad. Notará que son abusos de los dones o regalos “buenos” de Dios para satisfacciones egoístas. Predeciblemente, los regalos más maravillosos de Dios son utilizados para el mayor mal: con la sexualidad encabezando la lista.

El uso inapropiado de los dones de Dios, en particular la intimidad sexual, acarrea cicatrices físicas y emocionales que pueden durar toda una vida. Cuando es forzado en un niño, principalmente por un miembro de la familia, los resultados son devastadores. Las víctimas poseen enorme dificultad de compartir en relaciones íntimas física, emocional y espiritualmente. Al destruirse la confianza en la relación entre padre e hija, su padre hizo muy difícil que usted disfrute una relación con su Padre celestial. Esto es, quizás, la mayor piedra de tropiezo [obstáculo] en su intimidad marital.

Lo más importante, usted y su esposo necesitan esforzarse por alcanzar intimidad con Dios por medio del Señor Jesucristo . No existe suficiente conocimiento psicológico colectivo sobre el planeta para sanar su matrimonio sin una relación con el Padre Celestial. Únicamente Él puede tomar la carga que usted lleva (Salmo 55:22). Sólo Él puede hacerle una nueva criatura sin mancha alguna (2 Corintios 5:17).

Lo que le sucedió de niña hace que el Padre celestial enfoque su compasión en usted. Permita que su amor le dé a usted y su esposo gran seguridad y le traiga unidad espiritual. Esto será de enorme ayuda en la intimidad física.

A su vez, recuerde que la carga de abuso sexual toma tiempo descargarla. Su matrimonio se beneficiaría mucho de apoyo y consejería Cristo-céntrica. La intimidad marital florecerá cuando la intimidad con Dios esté de primero ( Mateo 6:33).

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