sábado, 4 de junio de 2011

«INFIEL MUCHAS VECES»

«Llevo más de catorce años casado con mi esposa. Sin embargo, en ese tiempo le he sido infiel muchas veces, llegando incluso a procrear una niña fuera de mi matrimonio. Llevo ya casi dos años evitando la infidelidad, y lo he logrado; sin embargo, el peso de tanto pecado me hace sentirme mal y entender que algunas veces es imposible lograr el perdón divino....

»Espero me aconsejen y puedan definir si hay perdón para mi persona.»

Este es el consejo que le dimos:

«Estimado amigo:

»El hecho de que haya podido evitar ser infiel durante dos años demuestra su determinación de vencer la tentación. ¡Lo felicitamos por haber tenido éxito durante tanto tiempo!

»También lo felicitamos por reconocer lo destructiva que es la infidelidad.... ¿Cómo pueden [ahora las personas lastimadas] comenzar a sanarse después de sufrir tanto dolor?

»... Su pequeña hija... no hizo nada por lo que merezca crecer sin padre. Ella necesita, más bien, mantener una relación con usted. Le aconsejamos a usted que incluya en su agenda un tiempo regular de visita con esta hija, y a su esposa que lo acompañe cada vez que recoja y devuelva a la niña. Si su esposa sabe que usted no tiene ningún interés en la madre de la niña, a su esposa le será más fácil aceptarla como hija de usted y reconocerá que la niña no merece ser castigada por lo que usted hizo como su padre.

»Estamos dando por sentado que usted ya le confesó a su esposa su infidelidad y le ha pedido que lo perdone, y que por eso ella sigue a su lado. El hecho de que ella haya optado por perdonarlo nos demuestra que ella es una persona que tiene suficiente fuerza de voluntad para hacer las cosas que le estamos pidiendo en este consejo....

»¿Cómo puede evitar el volver a caer en la tentación?

»Cada vez que se sienta tentado, cuénteselo a un amigo discreto que sepa lo peligrosa que es la infidelidad. Cuando eso que usted ha estado pensando deje de ser un secreto por habérselo contado a otro, disminuirá el poder que tiene sobre usted.

»Determine que jamás volverá a estar solo con otra mujer que no sea su madre o su hermana: ni en ningún almuerzo o viaje en automóvil, ni en ninguna cena o paseo. No importa que usted piense que esa mujer lo comprende. De ser así, no estará haciendo más que justificar, de un modo conveniente, un comportamiento muy peligroso....

»Usted dice que cree que “algunas veces es imposible lograr el perdón divino”. ¡Eso es absolutamente falso!... Dios quiere perdonarnos no sólo nuestra infidelidad, sino también todas las demás ofensas que cometemos contra Él. Lo único que tenemos que hacer es pedirle que lo haga. «Si confesamos nuestros pecados —nos asegura San Juan—, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad.»1

»Si usted quiere sentir alivio completo del «peso de tanto pecado», confiésele sus pecados a Dios y pídale perdón.... Apréndase bien lo que la Biblia dice al respecto, y no deje de enseñárselo a sus tres hijas.

»Con afecto fraternal,

»Carlos Rey y señora.»

El resto de nuestro consejo, que por falta de espacio no pudimos incluir en esta edición, se puede leer si se pulsa el enlace que dice: «Caso 4» dentro del enlace en www.conciencia.net que dice: «Caso de la semana».
1 1Jn 1:9

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