sábado, 11 de junio de 2011

«PORNOGRAFÍA Y... FANTASÍAS SEXUALES» (2a. Parte)

En la primera parte de este mensaje, tratamos los casos que nos contaron de manera anónima tres hombres adictos a la pornografía. El primero de ellos nos pidió: «Quiero que me digan algo para que esto que me perturba la mente me deje en paz»; el segundo dijo: «¡Ya no aguanto más!»; y el tercero: «¡Necesito ayuda urgente!»

Los tres representan a otros que nos han contado que sufren del mismo vicio. La pornografía los tiene cautivos, y no saben cómo librarse de sus garras.


«A medida que usted se expone a la pornografía, va creando... un sendero en la mente.... Ese sendero lo atrae como un imán, aun cuando usted no quiere andar por él. La única manera de detenerse es construir un gran muro de piedra frente a la entrada.

»¿Cómo puede usted construir ese muro? Estas son algunas piedras con las que puede comenzar:

»1. Ponga la computadora en un espacio abierto a todos dentro de su casa. Asegúrese de que cualquiera pueda ver la pantalla.

»2. Si esto no es posible y la computadora está ubicada en su habitación o en una oficina dentro de su casa, póngala de tal modo que cualquiera pueda ver la pantalla al pasar. Siempre deje la puerta abierta cuando esté sentado frente a la pantalla.

»3. Dondequiera que tenga revistas pornográficas, deshágase de ellas y no vuelva jamás a frecuentar los lugares donde las ha comprado en el pasado.

»4. Mantenga a la mano un calendario en el que firma cada día dando constancia de que ha evitado la pornografía. Le servirá de registro gráfico que le recordará cuántos días ha logrado mantenerse alejado de ese sendero destructivo.

»5. Encuentre a una persona con la que se comprometa a rendirle cuentas. Si usted está casado y su esposa está al tanto de su problema, entonces ella puede ser esa persona. Dígale que quiere que ella le pregunte todos los días si usted ha vuelto a tomar ese sendero. ¡Pero no se enoje luego cuando ella le pregunte! Si usted no está casado, confiésele su problema a un amigo de confianza y comprométase con él a rendirle cuentas. Pídale que averigüe con regularidad cómo le está yendo.

»6. Ya que la pornografía puede ocupar mucho tiempo suyo, encuentre otra actividad que ocupe ese tiempo. Así creará otro sendero en su cerebro para cualquier actividad que escoja para tomar el lugar de la pornografía.

»7. Escriba lo que les diría a las siguientes personas si llegaran a descubrir su adicción a la pornografía: sus padres, su esposa o novia, sus hermanos o hermanas, sus amigos o amigas, sus compañeros o compañeras de trabajo. En cada caso, imagínese cómo se explicaría y cómo se sentiría. Piense en cómo éstos lo considerarían o tratarían a usted de una manera diferente en el futuro.

»8. ... Recuerde que cada vez que usted mira imágenes pornográficas está convirtiendo a esas mujeres en objetos sin valor. Cuando usted se concentra en el cuerpo de ellas y nada más, las está despojando de sus sentimientos, su intelecto y su infinita capacidad de amar....

»Usted debe dar pasos firmes para construir esa pared de modo que el sendero caiga en desuso y finalmente disminuya a lo largo y a lo ancho....

[Dios está dispuesto a ayudarlo si usted de veras quiere vencer este vicio. Siga los pasos que le hemos recomendado, y pídale a Dios que le dé la fuerza necesaria para lograrlo.

Le aseguramos que valdrá la pena,]

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