martes, 20 de octubre de 2009

Calor humano

Sobrellevad unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.
Gálatas 6:2


Jackie Robinson, el primer jugador negro del beisbol profesional americano, estaba jugando en el estadio de su ciudad natal. Durante el juego el cometió un grave error, comprometedor, y la multitud comenzó a gritar insultos peyorativos y frases racistas. Robinson se quedó paralizado y cabizbajo, severamente humillado. Entonces el jugador Pee Wee Reese, fue junto a Jackie, mientras la multitud continuaba gritando, abrazó a Jackie y enfrentó al público. Al poco tiempo la hinchada se calmó. Tiempos después, Robinson dijo que recibir un abrazo caluroso fue lo que salvó su carrera de jugador.

Conozco lo que sucedió a un grupo de 9 personas que trabajaban en la extracción de mineros y quedaron atrapados por tres días en un pozo lleno de agua. Estar por mucho tiempo dentro del agua helada podría matarlos poco a poco por hipotermia. Sabiendo que eso podría ocurrir, cuando uno de ellos ya no aguantaba el frío, los otros 8 se juntaban a su alrededor para calentarlo. También se amarraron unos a otros para quedarse juntos y apoyarse mutuamente, sabiendo que si morían serían encontrados todos juntos. Finalmente todos salieron vivos.

Estas son dos historias increíbles acerca de como cuidar al otro. Dos ejemplos de cómo una iglesia debe ser y actuar.



Piensa

Un abrazo en un momento crucial de la vida, puede salvar nuestra vida.

Ora

Señor, cuándo nos preguntas: ¿Dónde está tu hermano?, sabemos lo que quieres decir. Que podamos ayudar a nuestro hermano con alegría y amor. En nombre de Cristo Jesús. Amén.

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